Canción para un 14 de Febrero – Madrigal V de Joan Brudieu

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Se ve que hoy es el día de los enamorados. Tranquilos, que no cunda el pánico, ésta no es una entrada de amor, corazoncitos y nubes de algodón de azúcar. O sí, no sé… Dándole vueltas a sobre qué podría decir hoy sobre el amor, no he podido quitarme de la cabeza esta canción, que va de Amor, pero no es de amor:

Lo que acabáis de escuchar (o escucharéis después de leer la entrada si os gusta hacer las cosas por orden) es el Madrigal V de Joan Brudieu, titulado “Las cañas” en el que Amor y Majestad, que como dice Brudieu, se tienen malas entrañas, deciden dirimir sus diferencias jugando a las cañas. Éste era un simulacro de torneo en el que se usaban bastones o cañas en lugar de las lanzas y que a partir del siglo XV tuvo una amplia difusión por la Península (aunque sus antecedentes se pueden remontar sin problemas bastante más atrás). Formaba parte de ese espectáculo de luces y colores que era la cultura caballeresca del momento, cada vez más integrada en los círculos cortesanos de la monarquía.

El Madrigal V de Joan Brudieu, junto a sus otros madrigales en castellano, fue escrito con motivo de la llegada de Felipe II a Barcelona en 1585, acompañado de su futuro yerno, el duque Carlo Emanuele de Saboya. Las entradas reales a las ciudades eran siempre un espectáculo y debían ser adecuadamente celebradas y preparadas. Por ello, el cabildo de la Seu d’Urgell (catedral de la que era maestro de capilla Joan Brudieu) decidió agasajar al rey con una composición musical, de la que este madrigal formó parte. El tema no podía ser más adecuado, ante la inminente boda de la infanta: el combate entre el Amor y la Majestad. En un combate tal, que emulaba los combates festivos que a buen seguro se estaban llevando a cabo en aquellos momentos en las mismas playas de Barcelona con motivo de la visita real. ¿Quién ganaría? Joan Brudieu (que seguía el texto de Mateo Flecha el viejo) lo tenía claro: el Amor.

Con esto sonando en la cabeza, os dejo por hoy.

¡Feliz San Valentín!

 

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